martes, 11 de marzo de 2014


Nadie puede escucharme gritar.

Nadie quiere escucharme gritar.
Nadie lo hará.
Nadie puede verme pasar.
Nadie quiere hacerlo.
Me detengo; mejor, me detengo.
¿Qué importa? 
¿A quién le importa? 
¿A quién realmente le importa? 
O ¿podría de hecho importarle?
A mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario